viernes, 30 de diciembre de 2011

Donde no estoy.









Estoy siempre llegando, pero nunca llego, siempre en el comienzo, pero tarde, lejos, pero a la vez tocando con mis dedos, todo lo ajeno, lo impertérrito, lo inalterable, lo inconmovible, lo inmensurable, y me invento las palabras, juego con las letras, las revuelvo y vuelvo a revolver, buscando nuevos significados, poniendo delante lo menos importante y dejando lo mejor siempre para el final.

jueves, 29 de diciembre de 2011

Aquel fué otro.













Para cuando ya no esté, y no pueda mover los objetos, ni sentirlos, ni ver los intentos por los últimos pensamientos, envueltos en tus sábanas, en tu calor, enredados entre tus dedos, aletargado e inmóvil en un recodo de algún camino, en una tarde, en aquella playa, en cualquiera de tus cielos, aquellos que inventaste y en los que volabas.

miércoles, 28 de diciembre de 2011












Algunas veces las palabras sobran.

viernes, 9 de diciembre de 2011

No lo digas.













Qué serán de las cosas, aquellas que son fieles, que permanecen inmutables a huracanes de fuertes vientos, a leves roces y a perfectas caricias, a susurros, a mecidos de manos, y son tenues y son grandes las miradas, las añoranzas de perdidas y de vueltas, de no sé, y de antes, y de luegos. solo bastan las miradas, vendrán los abrazos de ayer, si olvidar fuera tiempo sería empezar, seria ir y volver por otro camino, sería llevar y quedar.

viernes, 2 de diciembre de 2011

Puedes mirar.











Puede que todo sea transitorio, que todo cambie, como hojas, como flores, como frutas que cambian de color, de forma, de olor, puede que todo sea liso, blando y esté listo ahora, puede que mi mano ya no te toque, o que mis ojos no sean los de ayer, los que pensaban mientras miraban, ahora puede que estén cerrados o que miren a otro lado, otros horizontes, tal vez no tan lejanos, puede que sean conchas o risadas olas, o nacaradas perlas de dudosa procedencia, puede que de otros continentes, de otros mares.

jueves, 1 de diciembre de 2011

Lo relativo.











Se podrá encontrar las señales que dejaron marcadas los instintos, o los impulsos que revelaron muestras de mi inclinación por hacer trampas, por elegir siempre el camino más largo, el más escondido, por pensar siempre antes de actuar, por intentar antes que preguntar y resolver enigmas, por intentar resolver todo lo difícil de entender, todo lo oculto, lo encubierto, todas las palabras que antes no existían, tan solo porque nadie había pronunciado antes.