jueves, 23 de enero de 2014

Todo ahora parece de otro color, los días dibujan caracolas a las esquinas de cada momento perdido en soplos de vientos de alguna palabra olvidada de unos labios quietos, de unas manos tibias y unos ojos casi cerrados. Ahora todo parece aun más lejano, aun más perdido que las tardes de espera y los sonidos que no fueron. Ahora pare que el viento ya no sopla, ya no mueve tus manos, ni las hojas de los árboles, ahora todo está quieto como inerte y separado de mi.