jueves, 22 de julio de 2010

Adivina.





El silencio es la mejor forma de decir cosas, los diccionarios de los gestos de los momentos de la omision, de los sigilos, las frases de la mudez, las cláusulas inacabas, la disposición de los preceptos de la discreción, la condición del secreto, y los requisitos del mutismo.


Y los panoramas se abren, se desaletargan del tiempo fortuito, del horizonte vacilante, titubeante e ingnorado. Se abren compuertas de acrisolado y acendrado llanto, tibio y turbio.


Vuelve, no temas, talvez ya hoy no me recuerdes, talvez hoy ya no me temas, quédate quieto, silencioso.


Solo quiero una piel, para que mi mano pueda percibir.

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