Arriesgando todas las noches, todos los deseos, todas las palabras, también aquellas frases que aún vuelan en mi cabeza, planeando a ras de suelo volcaron los vértigos, los escalones de todas las escaleras, también los puentes que construí con esmero sobre mis abismos, sobre mi piel, que mude por ti, que tembló hasta sentir otros fríos suelos, hasta pisar otras lejanas playas, y dolió el olvido que mezclé con agua y miel, con recuerdos amontonados y clasificados por días, por sueños, por instantes.
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