jueves, 9 de junio de 2011

Ya sin remedio.








Pendiente de cosas inútiles que traspasan muros, que atraviesan kilómetros, trechos y lánguidas perdidas de insoportable olvido, de lentos pasos, marcados sin destinos, sin reproches y seguidos de cólera, de lamentos sordos, interiores y oscuridad, pesares y tristezas amables.

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