









No sé cómo aprender, como disimular, quise tantas cosas, fue tanta indiferencia, pasaron por mi piel tanto tiempo y acepté, rechacé y comencé. Y siempre quedará, siempre podré pensar o decir, o podré mentir, engañar, o abrir un poco los ojos, para evitar mirar, para no decir palabras suaves, o lentas letanías que comienzan, que se pierden para no regresar, por no evitar pedir, para no volver a perder.
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