viernes, 21 de junio de 2013

Cómo hacer las preguntas correctas para aceptar las respuestas válidas, las supuestas verdades, las que no son una interrogación de todo lo que pudo pasar, y aceptar con franqueza y certeza. Como evadir las palabras lanzadas, los silencios cortantes y las estúpidas ausencias, los inevitables equívocos, las miradas eludidas, la pérdida, cómo evitar las caidas, los tropiezos, los merodeos, los ya no te quiero, los nunca te quise, como rehuir el dolor, cómo asumir el declive, el fracaso, el derrumbamiento, el desplome, la ruina de todos los momentos conservados en miles de cajas, en millones de cartas que se acumulan, se amontonan y vuelven a surgir otra vez, como sueños que se cortan en medio de la noche, cómo coches que pasan rápidos y no se detienen.

3 comentarios:

  1. Gracias por tus comentarios, son simpre muy calidos.
    También me pregunto ¿cómo?, aunque sin tu habilidad para amalgamar imagenes y palabras. Sigo disfrutando leerte.
    Besos

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  2. Juro solemnemente que no soy un robot, solo soy corta de vista, me cuesta mucho ingresar el código de verificación.

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  3. No es difícil comentarte ya que me lo pones muy facil. Algunas veces hay cosas que no son complicadas, aunque yo no las entienda, pero sigo aquí aunque un poco alejado. Pero siempre es grato leer tus palabras, aunque sé que vienen de muy lejos las siento cerca.

    A mi me pasa lo mismo, yo tampoco veo muy bien y no sé quién pone esos códigos, yo no. Siempre hay alguien intentando fastidiar, pero es lo que hay, tendremos que aguantarnos, espero que sigas comentando siempre que quieras.

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