A quién recuerdo cuando mi mente navega y naufraga y escolla, quién se atreve a permanecer a persistir a quedarse a mantener cada momento seguro y justo, cada prueba que impongo cometiendo los más grandes errores, volviendo a caer a perder el equilibrio, las ganas, la sobrevalorada fortuna, vuelvo a las seguras mentiras a las tibias penumbras y los largos pasillos de ventanas blancas.
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