viernes, 22 de enero de 2010

Un buen comienzo.


Parece lo más facil, el principio, pero es tan importante, todo es importante, no vale un buen final si la historia no es buena. Planteémoslo como un viaje, como uno de esos viajes que se hacen por placer, solo para disfrutar del paisaje, no importa donde lleguemos, ni cuanto tiempo tardemos.

Pensemos que todo lo que puede pasar es bueno, si sale el sol pararemos a descanzar y cerrar los ojos para sentir su calor y si llueve cogeremos un paraguas para pasear bajo la lluvia, sin miedo a los charcos porque llevamos botas de agua (katiuskas) esa que me ponia mi madre cuando era pequeño para ir al colegio.

Damas y caballeros, les puedo asegurar una cosa, aqui comienza el espectaculo. Y para que todo quede muy claro, ni yo sé lo que quiero.

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