Dime que, y es tan solo, y luego me vas a ver, y cuéntale, y sigue contando, no es por decir o mirar, es más por sentir, por retener, por volver, y empezar.
Las notas suspendidas a rubato, a un tempo, a un contratiempo, a un silencio y en un compás y a una síncopa.
Los susurros escondidos detrás de visillos, no dejan huella, solo leves sonidos en el aire, y stringendo.
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