sábado, 18 de agosto de 2012

Y yo que pensé que se me habían olvidado todos aquellos pequeños sueños, los rotos, los sumados a perdidas de otros tiempos ya casi lejanos, los que nunca se movieron por falta de ganas de volver a saber como saben las pequeñas dudas, esas que te hacen pensar bien y pensar mal. Y sentí que se me olvidó pensar en otras pieles, y en otras manos, y creí que las piedras se quedaron quietas solo por mi, que solo los pies pueden moverme, que solo ellos tiene la capacidad de hacer que los dias pasen hacia delante, y que las lunas cambien y que los planetas giren, en orbitas concretas a no sé qué. Y pensé que se me seguían olvidado cosas y cosas, que yo solamente guardaba para volverlas a sentir una y otra vez.

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