jueves, 11 de marzo de 2010

La lejanía.





Los párpados se me cierran, los pies no tocan el suelo, los kilómetros vuelan por carreteras de curvas abiertas, las montañas pasan rápidas mientras mis ojos siguen cerrados, viajando lejos, viajando por aire, por viento y verdades de dulces colores.


Los minuetos de piano siguen con voces de cristal tallado, y brillan luces. Algo remoto y distante recuerda pieles, palabras en mis oidos ya cada vez más cercanas y más hondas, resbalan, se deslizan, de detienen y siguen cada vez más y más; y yo sigo sin respiración, sin resuello vuelo.

Son coros, son distancias ya cercanas, y siguen las nubes bajos mis pies.

No hay comentarios:

Publicar un comentario