Logros impuestos, y satélites inalterables, que dan vueltas a partes ya inexistentes que permanecen inquietas e inflamadas, son amaneceres y horas casi perdidas, de muchos pensamientos en penumbras y recuerdan otras pieles, otros brazos, que se mueven entre humos y salones de ventanas casi cercanas y hay luces y encuentros torpes y luchas, para estar un poco más alejado a esos momentos tan cercanos.
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