Delicadeza infinita, propuesta por esencias inconsecuentes, tras el sol llega la puerta y no es fatalidad lo que temen mis manos, es abrir pensamientos que me dejan llevar e intensidad de dejarme aumentar cada mañana, cada sueño infinito que tu creas ajeno a lo que me puede dejar largo e insondables e inalterables y yo insolente, inestable e inmenso algunas veces callo.
martes, 5 de octubre de 2010
Callar.
Delicadeza infinita, propuesta por esencias inconsecuentes, tras el sol llega la puerta y no es fatalidad lo que temen mis manos, es abrir pensamientos que me dejan llevar e intensidad de dejarme aumentar cada mañana, cada sueño infinito que tu creas ajeno a lo que me puede dejar largo e insondables e inalterables y yo insolente, inestable e inmenso algunas veces callo.
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