A los pasos que vienen del olvido, de ese tiempo que tal vez fue, de ese largo e incontinuo pensamiento dormido, que vela entre sombras casi grises, son tardes inolvidables e inquietas, entre ventanas de cristal, y son largas las esperas y cortos los momentos cuando se viven pendiente y en vilo al borde de otros pensamientos ya casi rotos por no querer aceptar las pequeñas normas de vida.
miércoles, 27 de octubre de 2010
Labios del recuerdo.
A los pasos que vienen del olvido, de ese tiempo que tal vez fue, de ese largo e incontinuo pensamiento dormido, que vela entre sombras casi grises, son tardes inolvidables e inquietas, entre ventanas de cristal, y son largas las esperas y cortos los momentos cuando se viven pendiente y en vilo al borde de otros pensamientos ya casi rotos por no querer aceptar las pequeñas normas de vida.
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